Caos, papel y ruido en el viejo Yoytec.
El fin de semana pasado, el antiguo edificio de Yoytec en San Francisco volvió a llenarse de movimiento. Dos días de feria, calor, zines, stickers, cervezas y una comunidad entera respirando gráfica independiente.
La Feria Gráfica Marginal, organizada por Mala Sombra, llegó a su quinta edición manteniendo la misma esencia con la que empezó: autogestión, punk y amor por las cosas raras.
El espacio —un edificio vacío convertido en refugio temporal— se transformó en un pequeño caos visual. Mesas llenas de serigrafías, collages, camisetas, libros y grabados, cada una con su propia historia y su propia rabia creativa.
No hubo vitrinas ni brillos, solo energía cruda. Gente moviéndose entre pasillos, saludos, risas, trueques, y esa sensación de que lo que pasa aquí no cabe en ningún centro comercial.
Mala Sombra sigue demostrando que la gráfica en Panamá no necesita instituciones para existir. Solo gente que crea, imprime, comparte y arma espacios donde el ruido se vuelve arte.
Más que una feria, fue una reunión de espíritus afines.
Y un recordatorio de que la escena sigue viva, ruidosa y autogestionada.
Sigue a malasombra para que sepas de sus próximas actividades


























































